Visita de Ana Alcolea (Por Antonio Martín)
Cierto que ya conocíamos un poquito a la escritora zaragozana Ana Alcolea. Todos los que asistimos el día 30 de mayo al Club Braille hemos leído alguno de sus libros. La biblioteca dispone de varios de ellos, tanto en braille como en Daisy: “El medallón perdido”, “El secreto del galeón”, “El retrato de Carlota”. Son historias sencillas, a veces llenas de ternura y emoción, que te enganchan desde los primeros párrafos.
Pero la personalidad de la autora, desvelada a través de su conversación que duró casi hora y media con una veintena de nosotros, nos ha cautivado. Una extraordinaria agilidad en su forma de expresarse, multitud de experiencias vividas a lo largo de sus muchos viajes por diversos países, sus ideas muy claras y prácticas a la hora de escribir, nos han enseñado tanto, nos han descubierto tanto… Y una notable participación de todos, que manifestábamos nuestra opinión, dudas, ideas acerca del carácter de los protagonistas de sus novelas.
Hubiéramos permanecido mucho más tiempo escuchando a Ana; pero todo ha de concluir en algún momento.
Nos ha contado que cualquier anécdota, cualquier objeto o detalle le sirve para comenzar una historia. Que cuando escribe sus novelas no lo hace sobre un esquema prefijado, sino que su desarrollo y la actuación de sus personajes son fruto de un fluir espontáneo de ideas a partir de lo que va escribiendo.
En fin; quizá haya aquí alguna interpretación desdibujada de sus palabras; eso es debido a que nos dijo tantas cosas que es materialmente imposible asimilarlas todas, incluso remarcar lo más relevante de su charla.
Sí, queremos más novelas de Ana Alcolea adaptadas a nuestro sistema braille, más todavía.
Y seguramente en una próxima ocasión, tendremos oportunidad de escuchar otra vez sus hermosas historias de viva voz, como ella las cuenta en sus innumerables charlas dirigidas a todo el público, niños, jóvenes y adultos.
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